Los talleres de reparación y mantenimiento españoles crecieron en cifra de negocio un 6,7% en los doce meses de 2022. En 2022 la facturación global del sector superó los 13.100.000€, según estimaciones de CONEPA, Federación Española de Empresarios de Talleres de Automoción, en base a una amplia encuesta realizada en los primeros días de enero entre empresas asociadas a sus 19 entidades miembro y a indicadores generales de evolución sectorial.
El crecimiento en la facturación en la comparativa con 2021 está relacionado tanto con la evolución inflacionista vivida durante 2022, que ha impulsado al alza el precio medio de las operaciones, como con el aumento en el número de entradas al taller, cifrado por las asociaciones de CONEPA en un 4,3%.
En cuanto a la comparativa con 2019, el año previo a la grave caída de ventas en 2020 por efecto de la pandemia, la facturación 2022 supera por vez primera la cifra conseguida antes de la crisis sanitaria y lo hace de manera significativa, un 3,5% por encima de la cantidad de referencia (12.650.000€ en 2019).
Mucho menos positivos son los datos de rentabilidad media, con tendencia descendente, especialmente en la especialidad de carrocería, en un año marcado por las tensiones con las compañías de seguros, en el que CONEPA, junto a otras asociaciones del sector (CETRAA, FAGENAUTO y GANVAM) ha recurrido las instituciones europeas para denunciar la complicada situación de los talleres de la especialidad.
Los sectores de mecánica rápida y electromecánica presentan una mejor evolución con tasas de rentabilidad similares a las de 2021.
En cuanto a empleo, los niveles de ocupación permanecen estables. Unas 151.000 personas trabajan en el sector de la reparación y el mantenimiento de vehículos en España, una cifra que, de acuerdo con las fuentes consultadas, podría crecer si se contara con más profesionales cualificados disponibles. Precisamente, los empresarios del sector destacan la de conseguir refuerzos para sus plantillas entre las principales dificultades con las que se encuentran en su quehacer cotidiano.
La presión normativa, que se traduce en un aumento de las obligaciones legales de los talleres y del número de inspecciones, se añade a la lista de más relevantes preocupaciones de las empresas del sector en este comienzo de 2023, un año que las percepciones individuales de los talleres anuncian como marcado por la estabilidad.
La pérdida de rentabilidad, la dificultad para encontrar profesionales cualificados y las tensiones con las aseguradoras son los principales retos con los que se encuentra el taller.